lunes, diciembre 31, 2007

Una breve recomendación a mis amigos en pareja.


Atiendan y hagan felices a sus mujeres...y aguas con las ensaladas de pepino o de cualquier otra fruta o legumbre fali-forme.

*Tomada de Post Secret, sitio genial que consiste en postales anónimas que revelan secretos. Se actualiza cada domingo

domingo, diciembre 30, 2007

Tal vez

...sea conveniente volver a cambiar mi perfil en el blogger. Ese último diagnóstico me cambió para mal el panorama por un buen rato pero ahora ya no estoy ahi. Me dijo que me sacaba de su consultorio pero no de su corazón, aunque no creo volver a escuchar de ella ni de quien me la recomendó.

...deba ser coherente conmigo misma, comenzando por limpiar el chiquero en el que duermo.

...sangrar por la herida no es un crimen. (lo acabo de ver en un comercial de CSI, la frase me pareció excelente).

(jajajaja anoto esto en la segunda revisión de mi escrito, la frase de arriba me parece ahora ridícula pero ..tal vez deba dejar de ser tan ruda en las evaluaciones conmigo misma....es mi blog, puedo escribir lo que me dé la gana)

...en mayo me atreva a conocer en el sentido bíblico algún griego o italiano hermoso cuando esté de paseo en sus tierras.

...mi cumpleaños número 30 sea magnífico.

...debiera, propósitivamente, disfrutar más de mi vida. (a veces lo hago sin querer)

...sea posible, si sólo evito ponerme el pie a mi misma para tropezarme, cumplir mis sueños guajiros.

...deba aprender a escuchar a quienes dicen que me admiran sin temer que el disfrutar escucharlo sea otra de las muchas señales de mi "narcisismo"

...deba olvidarme de la frase "cuida tu narcisismo" y de la sentencia terrible de que "eres prisionera de tu narcisismo y nadie te va a querer mientras tengas ESO en tu vida"

...sea hora de pedir un aumento de sueldo

...lo bese se nuevo...si se deja.

jueves, diciembre 27, 2007

Lecciones ocultas.

Busqué el curso por espacio de seis meses, pero todos los que encontraba eran en horarios que no me acomodaban, yo quería uno a mi gusto y en mis horas. Luego, un domingo en la feria del libro encontré el stand que me llevaría al tan ansiado curso de fotografía para caprichosas y demás personas con horarios complicados.
Durante tres meses he pasado mis tardes en coyoacán aprendiendo los secretos de la luz y de las sombras y a principios de diciembre, la miss de foto decidió que era tiempo de sacar a sus polluelos a fotografiar el mundo real.
Nos dijo que iríamos a los Dinamos. Yo esperaba retratar árboles. En realidad, fuimos al otro lado de los Dinamos, a las barrancas en la delegación Margdalena Contreras, a una auténtica zona marginada en donde ni siquiera llega la Coca-Cola, que llega a todos los lugares. Ahi, se toma Red Cola. Nos dividimos en los carros y emprendimos la subida a lo que parecía un municipio independiente y está apenas a 15 minutos de San Jerónimo.

El lugar se llama "Rancho Pachita". Todos nos sorprendimos de que ese fuera el sitio, pero igual comenzamos a caminar. Mi cámara es automática, así que mi primer rollo fue "invertido" en descubrir como controlar el exposímetro y la velocidad al mismo tiempo. Una cuarta parte del segundo se me fue en descubrir como hacer para que el obturador disparara con un solo toque, una vez descubierta la magia, pude disfrutar.

Y subimos.



Y seguimos subiendo.

Debimos toparnos con un promedio de 3 perros por cada persona. La gente, al parecer acostumbrada a la presencia de grupos de inquietos con cámaras posaban gentiles y luego nos pedían que les lleváramos las fotos, porque nunca han tenido nada de eso por allá.

Resulta increible ver lo poco que es realmente necesario para vivir: una casa que soporte en lo posible el temperamento climático, un fragmento de jardín en donde criar gallinas o cerdos o plantar algunas semillas para auto-consumo y listo. Hay problemas, enfermedades, miseria, sin embargo las perspectivas cambian cuando no se trata de que el disco duro del ipod murió sino de no tener agua limpia. Cosas realmente importantes. Y te sientes ridículo y también agradecido.



El de arriba es mi grupo. El señor con el sombrero, se llama Luis y tiene 64 años, cuando me dijo su edad me sorprendió, mi papá tiene apenas 3 años menos que él pero pareciera que fueran 10. Cuando bajamos literalmente del cerro e íbamos ahora sí rumbo a los dinamos para comer, me contó que esa era la primera vez en su vida que hacía algo como eso: salirse de su casa para hacer algo totalmente nuevo en un lugar desconocido. Yo casi lloro. Luego añadió que el año que viene complirá 40 años de casado y 12 de no dirigirle la palabra a su esposa. Y entonces sí se me salieron mis lagrimitas, pero poquitas y discretas para que no se diera cuenta.

12 años de no hablarle a alguien con quien vives, ¿cómo se puede llegar a ese nivel?. Cuando se lo pregunté me dijo que dejaron de crecer juntos y cuando se dieron cuenta, ya los caminos se habían separado mucho como para volverse a encontrar. Me senti triste pero de nuevo agradecida. Estoy convencida de que de allá arriba me mandan mensajes y mi único deber para con eso es estar antenta para poder entenderlos. En ese momento me dejé de azotar por no tener pareja y por pasar las fiestas sola y blah, blah, blah. Mejor sola que ser el bulto en la vida de alguien.

El lunes estaba molida, con algunos moretones, bastante adolorida pero muy feliz. Serena. Asimilando de verdad que hay un número muy grande de cosas que puedo hacer antes de declararme discapacitada para disfrutar de la vida.

El sábado siguiente entramos al laboratorio de revelado. Le presté a una compañera que no llevaba un par de los mios. Los veló.

AGGGGGGGGGGHHHHHHHHH

Sí.

Los veló.

Acuse de recibo: hay que seguir trabajando en el apego. Y también hay que agarrar bien la cámara para que no salga movida la foto.

Menos mal que tenía 3 rollos más. Ya tengo los negativos, entrando el año aprenderé impresión y entonces cumpliré mis promesas de regalo de mis primicias fotográficas.

El sábado siguiente fui a la fiesta de Dul y el domingo de nuevo a la calle con Lupis Trupis. Destino: Tepoztlan. Ambos reconstruyendo recuerdos. Compartiendo la oración.

Me llevé mi cámara para reponer con nuevas imágenes las perdidas con otro lugar y otros momentos. Tomé la cerveza más deliciosa....aunque claro, yo no tomo cerveza, pero esa me supo a gloria y para no dejar escapar el año sin hacer algo completamente nuevo en un lugar no conocido, comí chapulines.

Dos. A la salud de Luis.

Para que el año que viene no deje de sorprendernos.

domingo, diciembre 23, 2007

La fiesta.

Antes de que mi hermano decidiera reproducirse como si no hubiera mañana, ella fue la primer nieta de mis papás. Hija de una prima hermana, Dulce recién terminó de festejar hace unos momentos sus 15.


La quinceañera y mis papás.

Dul es una de mis sobrinas más queridas, así que la ocasión me ameritó hacer preparativos de indumentaria y peinado especial. Temia no encontrar un vestido de mi talla o alguno que si era de mi talla, pareciera que lo saqué del closet de mi abuelita. Aprovechando que por temporada las tiendas cierran hasta las 10 y la cantidad de trabajo que tengo no me dejó hacerlo antes, fui en excursión nocturna a la caza de mi vestido.

Cuando lo vi colgado, supe que él y yo éramos uno mismo (uoooo), caminé hacia el vestidor con la esperanza de que todo ajustara bien y no !! de hecho ...ME QUEDÓ GRANDE !!! Trague saliva y me preparé para hacer algo inédito en mi vida, llame a la señorita (todas en las tiendas lo son) y le dije:

¿Me podría traer el mismo una talla MAS CHICA por favor?

Bajé y subi cierres y lo supe de cierto: ese vestido con tus telas importadas de alguna comunidad asiática sobre-poblada con derechos humanos pisoteados y ensamblado en Estados Unidos era para mi.

Me hice de los accesorios complementarios y saqué del rincón de mi cuarto destinado para mis "algún día" unas zapatillas en shock de saber que iban a ser usadas. Maquillaje bien auto-aplicado, peinado de salón que incluyó tiara de princesa (no taaaan princesa como para que la quinceañera se molestara) estaba yo lista para brillar:


Dado que participé activamente en los preparativos de la fiesta, mi prima me proporcionó 4 boletos para que llevara a mis amigos y los invité a ellos, que ya me han aguantado mis chilloteos y quejumbres en la vida y ahora les tocaba aguantar mis invitaciones a bailar salsa y merengue. Y nos divertimos mucho: bromeamos y cantamos y fuimos la "mesa que más aplauda" . Nos reimos y logramos tener un momento francamente fantástico de sólo pasársela bien.

El trio "Las poco-anchas"

Yo logré no solamente terminar la jornada portando mis zapatillas de tacón de 9 cm, sino que hasta baile (salsa!!) con ellos. Estoy cansada, sí, pero feliz.

Mi vestido y mi gato, que decidió pasar la noche conmigo



Detalle entre tules negros y tacones, tomada pensando en el nuevo amiguito virtual
que tiene foot - fetish

miércoles, diciembre 19, 2007

Mi regalo


El de arriba es mi post de regalo navideño, realizado por Checo motoneta, diseñador veracruzano de 23 años que tuvo a bien clavarse un rato en las cosas que escribo y crear la imagen de arriba que, sobra decir, me encantó. Noten el detalle de la foto en la computadora ...que por cierto es otra foto dentro de un post de diciembre del año pasado !!

El post original, aqui

sábado, diciembre 15, 2007

Post-mortem

Llamada de emergencia al super amigo. Nos vemos en media hora.
Opresión en el pecho. Apenas alcanzo a acomodarme en el asiento.
Camino rumbo al sur. Su mano sostiene la mia mientras inundo el asiento del copiloto.
Algunas horas de desahogo. Puntos de vista diferentes, que bueno es tener amigos de verdad.
Varias tazas de café, un libro, más compras. Entendimiento. Hay muchas cosas por hacer.
Esto también pasará.
Coyoacán huele a sándalo y manzanilla.

lunes, diciembre 10, 2007

No sé mañana.

El sábado luego del viaje ida y vuelta a Toluca para traer de vuelta a mi papá a la casa y alejarlo del deprimente ambiente de un hospital, fui con una amiga a la que tenia mucho tiempo sin ver. Dentro de las cosas que platicamos, me comentó sobre lo difícil que va a ser que alguien como yo encuentre una pareja. Y no lo dijo en un sentido de reproche como lo hace mi mamá cuando comenta mi soltería con las vecinas. Más en la onda de: “les das miedo”, “no les alcanza y lo saben”, “mejor que no te quiten tu tiempo”.

Lo cierto es que de cuando en cuando me encantaría que me quitaran mi tiempo. Hace un par de semanas que el maestro de mi clase de body pump en el gimnasio comenzó a sonreírme y hacerme ojitos mientras yo trataba de conservar el estilo cuando levantaba la barra. Inicialmente pensé que era el tratamiento estándar maestro – alumno en el gimnasio, pero cuando terminó la clase y reagrupé lo que me quedaba de voluntad y fuerza muscular para salir del salón, se me aproximó y me hizo la plática: que si voy todos los días al gimnasio, a qué actividades, vienes de muy lejos, cuántos años tienes, dónde dejas tu carro, por dónde hay menos tráfico, a mi se me ponchó la llanta la semana pasada, así hasta que me preguntó si era casada o tenia novio, a cuyas preguntas una vez que dije que ni uno ni otro, siguió la de : ¿ te gusta tomar ? podríamos ir a tomar una cerveza uno de estos días.

WOW…… Yo no podía estar mas que sorprendida de que alguien notara mi presencia y además le resultara interesante en un momento en el que lo que trataba era mantener el hígado dentro del cuerpo. De mi sólo conoció el nombre y el hecho de que los sábados tomo un curso de foto en coyoacán, cero información que cause miedo o dispare algún sentimiento de inferioridad o provoque algunas de esas respuestas extrañas que dicen los hombres tener conmigo cuando me conocen. Intercambiamos teléfonos y nos despedimos.

Ya luego pensé en lo interesante que resulta el ejercicio de dejar un poco de lado mis prejuicios y salir a divertirme (for a change) con alguien que puede no cumplir con los requisitos intelectuales pero que en cambio tiene un trasero de ensueño y el resto del cuerpo muy bien acomodado. Sin expectativas pero con disposición a ejercitarme en esa actividad que me es tan misteriosa como las “citas”.

Me mandó un mensaje disculpándose porque no le iba a ser posible. No hice dramas, lo cual fue una auténtica novedad. La siguiente ocasión que lo vi me explicó que se enfermó, pero que se quería quitar la espina y nos pondríamos de acuerdo. Todavía no ha pasado, no se si va a pasar y para mi sorpresa, al menos por estas semanas no ha sido algo que me interese, de cualquier manera, en el gimnasio me sigo deleitando la pupila con él en la clase.

No sé si mi amiga tiene razón y efectivamente me será difícil encontrar una pareja. Tampoco sé si ese tema en algún momento me dejara de importar del todo. De momento, me siento muy feliz agotando mis energías físicas y mentales con todas las actividades que me busco: la clase de canto, el curso de foto, la segunda carrera, el gimnasio, los libros. He recuperado mi capacidad de ir sola al cine y a conciertos, aunque también tengo amigos que me acompañan a ambos y a todos los disfruto. Hay quien alimenta la fantasía y periódicamente le pierdo el miedo a irme a pasear por Plaza Universidad.

Como canta Rosana: no sé mañana, sé de hoy.
Y hoy me siento bien.

*Este post es un regalo para Ginger del Ginger´s Daily Show como parte del intercambio bloggero navideño organizado por NEB.
Ginger, te lei y me encontré en algunas de tus líneas. Es bueno saber que tengo compañeras en el trauma.
¡Felices fiestas!

lunes, noviembre 26, 2007

¡ No Mamá !

Hace tiempo que platicando con mi vecino en la oficina tocamos el tema de los cuestionamientos y consejos maternos y las respuestas defensivas que damos y que se quedan en nuestra memoria. La lista de abajo incluye algunas personales, de mi vecino, unas referidas y otras inventadas. Comienzan con un "No mamá," y le sigue lo que cada quien recuerde. Se enriquece con las de cada uno. Pueden comentar.
No Mamá,
  • no quiero ser maestra
  • no es un vago
  • la quiero y me voy a casar con ella
  • no hicimos nada
  • no me importa como sea su familia, no vamos a permitir que se metan
  • no me quiero casar
  • no estoy embarazada
  • yo no la embaracé
  • de verdad, no quiero ser maestra
  • ya no somos amigos
  • no fumé ni tomé nada
  • no estoy borracho
  • yo ni groserías digo
  • no pasó nada
  • sólo vamos a hacer un trabajo en equipo
  • soy virgen
  • yo estaba en la biblioteca a esa hora
  • sí estudié
  • no quiero ir a misa
  • a mi no me gustan esos lugares
  • quién sabe qué habrás hecho tú para que pienses que yo haría lo mismo
  • ¿qué no confías en cómo me educaste?
  • estás loca
  • no es ninguna cualquiera
  • yo sé que a mi sí me quiere
  • sólo tiene muchos problemas en su casa
  • nada más somos amigos
  • ¡yo ni lo conozco!
  • conmigo no va a ser así
  • ¡no vuelvo a comer calabazas picadas en mi vida!
  • de verdad, te quiero

miércoles, noviembre 14, 2007

Like a friend

Hay canciones que me prenden. Luego de haber visto de nuevo hace unos días "Great expectations", he recuperado del anaquel mi disco con mis favoritas de Pulp. Esta me hace pensar en mi amigo Mochila porque se que es de sus favoritas y a veces la recuerdo como música de fondo de eventos y personas ahora harto desagradables para mi. "Disco 2000" inevitablemente me arranca una sonrisa y pienso en el Mostro y de "Common people" luego les cuento.

Esto es lo que he venido cantando en el carro, en la oficina, en el baño, cuando camino hacia la impresora, en el garrafón de agua, en la caminadora, en el vapor... me encanta y por eso se las comparto en una versión en la que además pueden ver desnuda a Gwyneth Palthrow antes de Chris Martin y de un par de bebés con nombres presumiblemente exóticos.

Y ese diálogo:

-So you want me sitting or standing?

-Both

.........uuff

Sing along:

Don't bother saying you're sorry
Why don't you come in
Smoke all my cigarettes again
Every time I get no further
How long has it been?
Come on in now, wipe your feet on my dreams
You take up my timeLike some cheap magazine
When I could have been learning something
Oh well, you know what I mean, oh
I've done this before
And I will do it again
Come on and kill me baby
While you smile like a friend
Oh and I'll come running
Just to do it again
You are the last drink I never should have drunk
You are the body hidden in the trunk
You are the habit I can't seem to kick
You are my secrets on the front page every week
You are the car I never should have bought
You are the dream I never should have caught
You are the cut that makes me hide my face
You are the party that makes me feel my age
Like a car crash I can see but I just can't avoid
Like a plane I've been told I never should board
Like a film that's so bad but I've got to stay till the end
Let me tell you now: it's lucky for you that we're friends.

Like a friend.
Pulp.

martes, octubre 30, 2007

Ecos del fin de semana

De hace dos fines de semana:
  • Primera clase de fotografía
  • Avistamiento de Coyote en el concierto de The Cure. Le grité. Me escuchó, pero no me vio. Debió pensar que era la voz de su consciencia.

Del fin de semana pasado

  • Llamada telefónica de Brasil y posterior acto de vomitar incómodamente en los baños de la oficina
  • Invitación de mi maestra Lucifera a conversar con unas chicas de la universidad que trabajan en sus tesis porque considera que mis preguntas incómodas las pueden ayudar.
  • Escuchar a Adrián comentar que no me debo preocupar si me va mal en el examen de Estados Unidos al fin que le gusto a la maestra.
  • Isaid entró a mi perfil de hi5 y no senti emoción o sentimiento cual ninguno cuando vi el registro. Bendito sea Dios. Ya estoy en otro lugar.
  • Mi primera vez en el laboratorio de revelado del curso de fotografía.
  • Mandar mensaje emocionado a todos los amigos sobre mi primera vez en el laboratorio de revelado
  • Invitación de J. a comer para celebrar mi primer foto
  • Hacer reir hasta las lágrimas a Mr. Punk
  • Desayuno el domingo con las niñas de la tesis. Descubrir que efectivamente, mis preguntas incómodas pueden servir.
  • De pronto...hasta se me antojó hacer mi propia tesis y creo tener una idea del tema
  • Tropezarme en el camino de regreso con el Museo Nacional de San Carlos. Me invitaron a pasar a un recital. Al entrar, Marimo Sugahara, que no sólo recibió educación en guitarra clásica sino que además tiene estudios de ingeniería civil-estructural, interpretaba la siguiente pieza:

  • Luego, Luz Angélica Uribe, soprano, interpretó Gretchen am Spinnrade, de Fausto. La escena es la siguiente: Gretchen se da cuenta que se está enamorando de Fausto, hombre inteligente, vanidoso y orgulloso que hace un pacto con el diablo. Gretchen no sabe de este acuerdo, pero sabe de Fausto que es como las verdolagas con carne de cerdo: malignas, y sin embargo se asume hasta las cejas infatuada. Y mientras piensa en él, le da vueltas a la rueca, y se imagina cómo será besarlo y sentirlo y describe como su pecho quiere ir a depositarse en sus manos... y todo dicho con mucha tristeza y quizá hasta dolor porque, no por estar de caliente uno se olvida de la realidad....o sí ?
  • Si la ópera no les da prurito, pueden escuchar esta pieza aquí: Gretchen am Spinnrade

domingo, octubre 21, 2007

Qué hacer con mis libros y mis malos pensamientos.

S. sugiere que resuelva mi problema de espacio no sólo vaciando el ropero y regalando juguetes, sino tambien mis libros.
MIS LIBROS, ellos que nunca jamás me han fallado, los que, a pesar de que no me gustaran respeté y los terminé de leer (salvo una excepción mencionada abajo), los que me acompañaron en mis noches de insomnio, algunos que inclusive me provocaron insomnio, los que me dieron nausea, los que me hicieron reir, con los que lloré, los que me enseñaron cosas, que los deje ir...
S. opina que será un acto liberador, que me ayudará a dejar atrás los traumas, a dar el siguiente paso....pero, mis libros.
Revisé mis librero sólo como ejercicio hipotético y aunque la idea me parece blasfema en inicio, están los siguientes nominados:
  • los de Henry Miller
  • los de Guadalupe Loaeza
  • La mitad siniestra y Four Past Midnight de Sthephen King (me quedo con El resplandor)
  • Justine de Sade (me quedo con Juliette)
  • los poemas de Gabriela Mistral
  • los de Paco Ignacio Taibo
  • ese par de cosas horrendas tituladas "Maquiavelo para mujeres" y "Júrame que te casaste virgen"
  • el de Gráficos con Turbo C++
  • el PC interno 5 (de cualquier manera nunca le entendi)
  • el Morris Mano de lógica digital y diseño de computadores (NUNCA MAS!!!)
  • mi copia del Manual de urbanidad y buenas maneras de Carreño ( a nadie le sorprende que tenga una )
  • una de mis copias del Contrato Social ( mi papá en su emoción con mi entrada a la universidad me compró 2)
  • tal vez el Tannenbaum de Sistemas Operativos Modernos
  • el Lazarillo de Tormes que nunca jamás terminé de leer en la primaria
  • el de Sara Sefchovich
  • La "Ciudad de Dios" de "San" Agustin (si quieren al original, lean a Platón)
  • esa otra cosa espantosa llamada "Isabel I CEO"
  • "Mujeres, sexo y adicción": ni soy adicta ni tengo sexo ... so, no hay problema
  • liberaría mucho espacio sacando el tomo uno y dos de Física de Resnick y la versión maligna compilada (el libro rojo)...pero me acuerdo de mi papá y mi mamá y sus esfuerzos por comprarle los libros carísimos a su hija que quería ser ingeniero...así que esos se quedan en su lugar.
  • probáblemente un par de los escritos por Castaneda
  • el libro sobre Krisna que me robé de un hostal en Brujas
  • tal vez la serie de "Isis sin velo" (ya no necesito entender a Dios)
  • los de Schopenhauer
  • "Hacia el edén" de Anne Rice

Hum ..... resulta pues, que sí tengo a más de 10 antiguos compañeros de cama que puedo mandar fuera de mi habitación y de mi vida.

Y tal vez convenga que cambie de canal durante las escenas de besos apasionados en Prision Break, si es que deseo conciliar rápido el sueño y evitar los malos pensamientos. Eso y acabar con mi última reserva de Kisses de Hershey's. Menos mal que tengo un chocolate a la mano.

lunes, octubre 15, 2007

Comercial

También tengo un fotoblog, que no actualizo con tanta frecuencia como este, pero ahora que he recuperado las ganas de ver y ando con mi camarita por todos lados, subi unas cuantas fotos nuevas y otras varias que me había olvidado que tomé.

Échenle un ojito de cuando en cuando, al parecer ya encontré un curso de fotografía adecuado a mis horarios, con lo que espero actualizar más seguido.

Visiten:

Por que mis ojos te vieron

y comenten.

You know me

a mask
a plastic mask
holding my imprint, bathed by my breath,
carrying my sweat
the most specific and personal identifier of my
odyssey

the symbol of my horror
the tool for my escape

i must prevail
i must endure, tolerate, and accept
i will use this terror object as my passagemaker
to become a predator again
a survivor
and not just a survivor

my future
does it exist
how am i seen
can i measure it myself
or only as reflected in the eyes of others

my life

now always measured as before and after
before and after the headache

i am defiant
no matter what
the sorrow
my rage

you know who i am
i am your friend
i am your brother
i am your child
i am a real person

you know me *

* You know me. Rick Levinson
Exposición temporal en el Museo Nacional de la Estampa

lunes, octubre 08, 2007

Conclusiones luego de limpiar la mitad de mi cuarto

  • No necesito más ropa
  • No necesito más zapatos
  • Ya tengo suficientes perfumes
  • Hay una serie de bolsas muy bonitas que esperan con ansiedad una renovado ataque de mi personalidad "niña bolsita" para que las saque de sus fundas y las lleve de paseo por la ciudad.
  • Podría hacer miles de combinaciones, no entiendo porqué siempre salgo con los mismos trapos
  • Dejar de comprar discos y libros es algo que no voy a hacer, asi que necesito estrategias novedosas de aprovechamiento del espacio porque ya no cabe una caja más.
  • Duermo mejor cuando no siento que estoy en una sección del basurero municipal y llegar a mi cama no es una carrera de obstáculos de alto riesgo.
  • De verdad, no necesito más ropa. Lo que necesito es bajar de peso para que me quede la que ya tengo.
  • Ahora que limpie la otra mitad, que incluye libreros y tocador, seguro encontraré que no necesito más accesorios como aretes y collares ... lo que necesito es ordenarlos para que me sea más fácil encontrarlos y así no salir siempre con los mismos aretes.
  • Finalmente, luego de años de resistencia psicológica y un tanto física, puedo ponerme esos varios pares de bonitos zapatos de tacón que me gustaron y compré pero que nunca he usado.
  • Es momento de decirle adiós al menos a algunos de los muñecos y juguetes que tengo guardados, necesito espacio, y mis sobrinas ....bueno, el punto es que ya es hora de soltar algunas cosas o me va a pasar lo del cuento del alado y su red.

viernes, octubre 05, 2007

¡Ahora!

Este es otro de esos post largos, de esos que escribo en la madrugada con la nariz constipada y los ojos hinchados. Uno en donde le quiero agradecer a Luca por hacer acto de presencia y a través de sus comentarios mostrarme su interés, a Yorch que casi nunca me habla pero cuando lo hace, lo hace bien y a Jimmy por ser tan buen amigo y siempre estar cuando lo necesito y me deja abrazarlo y me invita a comer.

Esto que transcribo es otro cuento del libro que actualmente leo, cuyo autor, Michael Ende también escribió el primer libro que me compré en mi vida cuando con mi beca de la Bátiz tuve dinero extra suficiente, se llama “La Historia Interminable” y cuando lo hicieron película le pusieron “La historia sin fin”.

Cuando en el tráfico, que es el lugar en donde tengo mi lectura recreativa, llegué al cuento en cuestión, tuve que cerrarlo y dejarlo para terminarlo en mi casa cuando todos estuvieran dormidos y yo pudiera disfrazar el sentimiento con el ruido de la regadera. Y lloré de camino a mi casa y cuando estaba en mi casa. Llorar es algo que hago muy frecuentemente en estos días y ni modo, hoy no lo logré, mañana tal vez sí. Al menos mantengo mis ojos bien lubricados.

Lo copio porque lo sentí como Dios gritándome al oído y los contactos que el de arriba tiene con nosotros siempre se comparten y se presumen.

Amo mis libros y todo lo que ellos me dan. Ya sólo falta que me ame a mí…. Qué lugar más común….

Despacio como gira un planeta, gira la gran mesa redonda con el grueso tablero. Encima hay un paisaje de montañas y bosques, ciudades y pueblos, ríos y lagos. En el centro de todo, diminuto y frágil como una figurita de porcelana, estás sentado tú girando.

Sabes del movimiento continuo pero tus sentidos no lo perciben. La mesa está en medio de una sala abovedada que también gira con su suelo de piedra, la bóveda, los muros, despacio como un planeta.

A lo lejos, en el crepúsculo, ves a lo largo de las paredes los armarios y arcones, el gran reloj de pie viejo que marca el sol y la luna, entre medias las paredes pintadas con estrellas, aquí y allá un cometa y por encima de ti, en lo alto, la vía láctea en la cúpula. No hay ventanas, ni puertas. Aquí estás seguro, todo te es familiar, todo está firme, te puedes fiar de todo. Este es tu mundo. Gira, y tú en el centro del centro, giras constantemente con él.

Pero una vez un terremoto sacude todo aquello. El muro de piedra se parte en dos, una grieta que se abre más y más. Las estrellas pintadas se separan y tú te asomas a algo que es tan extraño para tus ojos, que éstos se niegan a registrarlo, una lejanía a la que se precipita tu mirada, una oscuridad luminosa, un vendaval inmóvil, un rayo incesante. Lo único a que puede agarrarse tu mirar es una figura humana, apoyada contra el huracán inaudible, envuelta de pies a cabeza en un paño que parece tremolar, pero que, como en un cuadro, no se mueve. La figura tapada está allí quieta, pero no está sobre nada, pues debajo de sus pies está el abismo. El viento ha apretado el paño contra su cara, tú intuyes su forma.

Entonces ves cómo la boca se mueve detrás del velo y oyes cómo una voz grave y suave dice:

-¡Sal, pequeño hermano de sangre!
-¡No! –gritas alterado- ¡Vete! ¿quién eres? ¡no te conozco!
-No podrás reconocerme –te responde el tapado - mientras no salgas. ¡Así que ven!
-¡No quiero! –exclamas- ¿Por qué habría de hacerlo?
-Ya es hora –dice él.
-No –respondes tú-, no, ¡éste es mi mundo! Aquí he estado siempre, aquí quiero quedarme. ¡Vete!
-Abandónalo todo –dice él- hazlo voluntariamente antes de que tengas que hacerlo. Si no será demasiado tarde.
-¡Tengo miedo! –le gritas.
-¡Abandona también el miedo! –contesta él.
-¡No puedo! –respondes tú.
-¡Abandónate también a ti mismo! –dice él.

Ahora estás seguro de que la voz que te habla es perniciosa y estás decidido a rechazarla.

-¿Por qué te escondes y no muestras tu rostro? Yo lo sé: porque quieres destruirme. Quieres atraerme hacia ti para que caiga al vacío.

El permanece callado un rato y dice por fin:

-¡Aprende a caer!

Con alivio ves cómo la figura tapada desaparece de tu campo visual. Pero no es ella la que se ha movido. La sala abovedada sigue girando despacio y con ella la gran mesa redonda en cuyo centro estás sentado, pequeño y frágil. Y gira la grieta del muro alejándose de la figura que está allí fuera.

Pero algo ha cambiado. La grieta no vuelve a cerrarse. Y detrás de tus estrellas pintadas, fuera de tu mundo firmemente constituido, jamás cuestionado, subsiste aquello distinto que hace que todo sea dudoso. No puedes evitarlo. Pero tampoco estás dispuesto a aceptarlo. Durante mucho tiempo permaneces así, con la sensación de haber sufrido una herida que nunca se curará. Nada será ya como antes.

Y entonces otra vez la figura apoyada contra la tempestad inmóvil aparece ante tu mirada. No se ha alejado. Te esperaba.

-¡Ven –dice la voz profunda y suave – aprende a caer!
Tú contestas:
-Bastante grave es tener la desgracia de caer al vacío. ¡Pero quererlo uno mismo o aprenderlo incluso, es perverso! Tú eres un tentador, no te seguiré. ¡Vete, pues!
-Tú caerás – dice el tapado -, y no sabrás si no lo has aprendido. ¡Así que abandónalo todo! Ya que pronto no te sostendrá nada.
-Tú has irrumpido en mi mundo –le gritas-, yo no te he llamado. Brutalmente has roto lo que era mi defensa y mi propiedad. Sólo puedes destruir lo que me sostiene, pero no puedes obligarme a que te obedezca.
-Yo no te obligo- dice el tapado-, te ruego, pequeño hermano de sangre. Ha llegado la hora.

La figura calla y mientras vuelve a desaparecer de tu vista, alza la mano y te la tiende y te parece que bajo la luz del rayo incesante has visto en la muñeca la señal sangrienta de un clavo. Pero tu mirada ya se estaba apartando y seguiste girando sobre tu mesa debajo de la cúpula.

Tú te dices a ti mismo que todo eso es una alucinación. Tarde o temprano volverá a cerrarse la grieta del muro como si nunca hubiese existido. Y quedará demostrado que no existió nunca, porque no puede estar allí, los muros son muy antiguos e indestructibles. Lo que ha sido siempre, será siempre. Todo lo demás es engaño, surgido quién sabe por qué razón. No se debe hacer caso. ¡Y luego esa terrible exigencia! ¿No contenía incluso una amenaza? ¿Y si hubieras cogido la mano quién te dice que te hubiese sujetado? ¿Estaba acaso tendida para sujetarte? ¿O quizás estaba sólo para arrastrarte fuera de tu pequeño mundo seguro y para arrojarte en el abismo? No, será mejor que no dejes que te encuentre el que está ahí fuera. ¡Hazte aún más pequeño! ¡Escóndete! Si no puede descubrirte, es posible que te deje en paz y todo volverá a ser como antes.

La sala abovedada gira despacio y con ella la gran mesa redonda con las ciudades, los pueblos y los lagos y contigo mismo en el centro. Y una tercera vez entra en tu campo visual la figura tapada, iluminada por el rayo incesante de la tempestad inmóvil.

-Pequeño hermano de sangre –dice la voz, y esta voz suena penosa, como si hablase con dolor-, ¡escúchame y ten fe! No puedes quedarte ya donde estás. ¡Sal fuera!
-¿Me cogerás y sostendrás cuando caiga? –preguntas tú.
El tapado sacude lentamente la cabeza.
-Si has aprendido a caer no caerás. No hay arriba ni abajo, ¿a dónde ibas a caer entonces? Los astros se mantienen mutuamente en equilibro en sus órbitas sin tocarse porque son afines entre sí. Así sucederá también con nosotros. Hay algo de mí en ti. Nos sostendremos mutuamente y nada más nos sostendrá. Somos estrellas que giran, por eso ¡abandónalo todo! ¡Sé libre!
-¿Cómo puedo saber que es verdad lo que dices? –exclamas desesperado.
-Por ti mismo –contesta él-, porque yo estoy en ti y tú en mí. También las verdades se sostienen mutuamente y no descansan sobre nada.
-¡No –gritas tú- eso no se puede soportar! ¿Es que no puedo escapar de ti? ¿Por qué no dejas que me quede en paz donde estoy? ¡Yo no quiero tu libertad!
-Serás libre –dice él- o dejarás de ser.

Luego oyes algo que suena como un suspiro. Los muros tiemblan y se mueven, y despacio se cierra la grieta tal como deseabas. Podrías estar contento, pero eso no dura mucho.

Algo sucede a tu alrededor que sólo comprendes poco a poco. El mundo que te era antes familiar ya no lo es. Se vuelve contra ti. Sombras descienden de la sala abovedada, grises y nebulosas figuras hambrientas, rostros grandes y pequeños que están ahí y luego ya no están, un barullo de miembros y cuerpos fugaces que se deshacen y siempre se forman de nuevo. ¿Qué hacen? ¿De dónde vienen? Surgen de los arcones y armarios, del reloj, de los propios muros, de todo lo que hacía sentirte seguro y protegido. Todo eso ya no tiene consistencia, se destruye a sí mismo.

Y mientras la sala abovedada gira despacio alrededor de ti, pequeño centro frágil, tienes que dejar que suceda lo que sucede. Tú mismo lo has provocado, después de todo. Pero te temen a ti, su procreador, al menos eso parece. Se agolpan en los últimos rincones y a lo largo de las paredes. Se aprietan contra los muros de piedra, lamen, por así decirlo, de arriba abajo los muros de piedra con sus cuerpos nebulosos y las estrellas pintadas empalidecen. Por donde pasan, la construcción se vuelve imprecisa, nebulosa como ellos mismos. Roban a tu mundo la realidad, le chupan la sustancia, la convierten en fantasma de un mundo, la borran porque nunca existió.

Sin embargo, parecen insaciables, pues lentamente se van acercando a ti. Sólo la mesa con el gran tablero y el paisaje que hay encima gira y gira y tú con él en el centro. Te das cuenta que también te borrarán a ti porque nunca exististe.

Ahora sientes los martillazos, pero no se oye nada. ¿Qué están haciendo? Pasan un tubo a través del círculo del tablero, un trabajo penoso, pero ellos no se cansan. Y entonces, cuando el tubo sobresale por ambos lados empieza a fluir algo y no deja de fluir, y ellos lo lamen, ávidos como perros. Y tú sientes como si fuese tu propia sangre la que se escapa, sientes como el círculo que hay debajo de ti se vuelve cada vez más irreal con cada latido. Ahora se apodera de ti un espanto impotente.

-¡Hermano de sangre! – gritas con una vos diminuta que apenas puedes oír-. ¡Sálvame! ¡Enséñame a caer!

Pero el muro no se abre, porque ya no está ahí. Y pronto no habrá otra cosa que el abismo. Caerás y caerás sin haber aprendido y buscarás dentro de ti lo que es afín a tu hermano de sangre, como lo son las estrellas que se sostienen mutuamente en sus órbitas, pues sólo eso te sostendrá y a nada más podrás aferrarte. ¿Pero sabrás? Puesto que no has aprendido, ¿sabrás?

Ahora ha desaparecido todo.
Ha llegado la hora.
¡Ahora!

El espejo en el espejo.
Michael Ende.
Ed. Alfaguara.

miércoles, octubre 03, 2007

Mi realidad hasta en lo que leo ....

El hijo se había soñado alas bajo la experta dirección de su padre y maestro. Durante muchos años las había creado, pluma por pluma, músculo por músculo y huesecillo por huesecillo en largas horas de trabajo, de sueño, hasta que tomaron forma. Las había dejado crecer de sus omóplatos en la posición correcta (era especialmente percibir con toda exactitud la propia espalda en sueños), y había aprendido poco a poco a moverlas adecuadamente.

Había sido una dura prueba para su paciencia seguir practicando, hasta que tras interminables y vanos intentos fue por primera vez capaz de elevarse al aire por unos instantes. Pero luego cobró confianza en su obra, gracias a la benevolencia y severidad inquebrantables con que le guiaba su padre. Con el tiempo se había acostumbrado tan por completo a sus alas, que las sentía como parte de su cuerpo, tanto que experimentaba en ellas dolor o bienestar. Al final había tenido que borrar de su memoria los años en que había estado sin ellas. Ahora era como si hubiese nacido con alas, como con ojos o manos. Estaba preparado.

No estaba en absoluto prohibido abandonar la ciudad-laberinto. Al contrario, quien lo lograba era mirado como un héroe, un bienaventurado y su leyenda era contada durante mucho tiempo. Pero eso sólo les estaba reservado a los dichosos. Las leyes a que estaba sometidos todos los habitantes del laberinto eran paradójicas, pero inmutables. Una de las más importantes decía: sólo quien abandona el laberinto puede ser dichoso, pero sólo quien es dichoso puede escapar de él.

Pero los dichosos eran raros en los milenios. El que estaba dispuesto a intentarlo, tenía que someterse antes a una prueba. Si no la superaba, no era castigado él, sino su maestro, y el castigo era duro y cruel. El rostro de su padre había estado muy serio cuando le dijo: <>. Después había escudriñado largamente a su hijo y preguntado por fin:
-¿Eres feliz?
-Sí padre, soy feliz- había sido su respuesta.
¡Oh, si de eso se trataba, no había peligro alguno! Era tan feliz que creía poder volar incluso sin alas, pues amaba. Amaba con todo el fervor de su joven corazón, amaba sin reservas y sin la sombra de una duda. Y sabía que su amor era correspondido de la misma manera incondicional. Sabía que la amada le esperaba, que al final del día, tras superar la prueba, iría a su habitación azul celeste. Entonces ella se echaría en sus brazos ligera como un rayo de luna y en ese abrazo infinito se elevarían sobre la ciudad, dejando atrás sus muros como un juguete arrinconado, volarían sobre otras ciudades, sobre bosques y desiertos, montañas y mares, lejos y más lejos, hasta los confines del mundo.

No llevaba sobre el cuerpo más que una red de pescador que arrastraba como una larga cola por las calles y callejas, los pasillos y habitaciones. Así lo quería el ceremonial en aquella última prueba decisiva. Estaba seguro de que la superaría, aunque no la conocía. Sólo sabía que siempre se adecuaba por completo a la personalidad del candidato. De esta manera ninguna prueba se parecía jamás a la de otro. Podía decirse que la prueba consistía precisamente en adivinar a través del autoconocimiento en qué consistía aquélla. El único mandamiento severo al que podía atenerse decía que bajo ningún concepto debía entrar durante la duración de la prueba, es decir, antes de la puesta del sol, en la habitación azul celeste de la amada. En caso contrario quedaría inmediatamente excluido de todo lo demás.

Sonrió al pensar en la severidad casi furiosa con que su respetado y bondadoso padre le había comunicado este mandamiento. No sentía la más mínima tentación de quebrantarlo. Ahí no había peligro alguno para él, en ese aspecto estaba tranquilo. En el fondo nunca había entendido bien todas aquellas historias en las que un mandamiento semejante hacía que alguien se sintiese precisamente impulsado a vulnerarlo. En su marcha por las desconcertantes calles y edificaciones de la ciudad-laberinto había pasado ya varias veces ante la construcción en forma de torre en cuyo piso más alto, cerca del tejado, vivía la amada, y dos veces incluso ante su puerta, sobre la que figuraba el número 401. Y él había pasado de largo, sin detenerse. Pero eso no podía ser la verdadera prueba. Habría sido demasiado sencilla, excesivamente sencilla.

A todas partes donde llegaba se encontraba con desdichados que le miraban o le seguían con ojos admirados, nostálgicos o llenos de envidia. Conocía a muchos de ellos de antes, aunque tales encuentros no podían producirse nunca intencionadamente. En la ciudad-laberinto, la situación y disposición de las casas y calles cambiaba ininterrumpidamente, por eso era imposible darse cita en ella. Cada encuentro sucedía casual o fatalmente, según como se quisiera entender.

Una vez el hijo sintió que la red que arrastraba quedaba prendida y volvió sobre sus pasos. Bajo el arco de una puerta vio sentado a un mendigo cojo que enganchaba una de sus muletas en las mallas de la red.
-¿Qué haces? –le preguntó
-¡Ten piedad! –contestó el mendigo con voz ronca. - A ti no te pesará, pero a mí me aliviará mucho. Tú eres un hombre dichoso y escaparás del laberinto. Pero yo permaneceré aquí para siempre, porque nunca seré feliz. Por eso te pido que te lleves una pequeña parte al menos de mi desdicha. Así participaré un poco en tu evasión. Eso me daría consuelo.
Los dichosos raramente son duros de corazón, tienden a la compasión y dejan participar a otros de su abundancia.
-Está bien – dijo el hijo-, me alegra poder hacerte un favor con tan poco.

Ya en la siguiente esquina se encontró con una madre angustiada, vestida con harapos, acompañada de tres niños hambrientos.
-Supongo que no nos negarás a nosotros- dijo llena de odio- lo que le concediste a aquél. Y prendió una pequeña cruz sepulcral de hierro en la red.

A partir de ese momento la red se hizo cada vez más pesada. Había un sinnúmero de desdichados en la ciudad-laberinto y todos los que se encontraban con el hijo prendían cualquier cosa en la red: un zapato, una prenda de vestir o una estufa de hierro, un rosario o un animal muerto, una herramienta o hasta una puerta.

Caía la tarde y se aproximaba el final de la prueba. El hijo avanzaba penosamente paso a paso, inclinado hacia delante como si luchase contra una gran tempestad inaudible. Su rostro estaba cubierto de sudor, pero todavía lleno de esperanza, pues creía haber comprendido en qué consistía su misión y se sentía, a pesar de todo, con las suficientes fuerzas para llevarla a cabo.

Entonces anocheció y seguía sin venir nadie para decirle que ya bastaba. Sin saber cómo había llegado con la interminable carga, que arrastraba, a la terraza de aquella casa como una torre en la que estaba la habitación azul celeste de su amada. Nunca se había percatado que desde allí se divisaba una playa, aunque tal vez ésta no había estado nunca en aquel lugar. Profundamente preocupado, el hijo se dio cuenta de que el sol descendía detrás del horizonte brumoso.

En la playa había cuatro hombres alados como él y, aunque no podía ver al que hablaba, oyó claramente como eran absueltos. Preguntó a gritos si le habían olvidado, pero nadie le prestó atención. Tiró con manos temblorosas de la red, pero no logró quitársela de encima. Gritó una y otra vez, llamó a su padre para que vinisese a ayudarle inclinándose todo lo que podía sobre la barandilla.

En la última luz del crepúsculo vio cómo allí abajo su amada, envuelta en velos negros, salía conducida por la puerta. Luego apareció, tirado por dos caballos negros, un coche negro cuyo techo era un gran retrato, el rostro lleno de dolor y desesperación de su padre. La amada subió al coche y éste se alejó hasta que desapareció en la oscuridad.

En ese instante el hijo comprendió que su misión había sido ser desobediente y que no había superado la prueba. Sintió cómo sus alas creadas en sueños se marchitaban y caían como hojas otoñales, y supo que nunca volvería a volar, que nunca podría ser otra vez feliz y que, mientras durase su vida, permanecería en el laberinto. Pues ahora formaba parte de él.
El espejo en el espejo.
Michael Ende.
Ed. Alfaguara

martes, octubre 02, 2007

Aliento de 3 pesos

Dear Ana Cristina,
Here is your horoscope for Tuesday, October 2:

You may need to keep pushing -- even though it feels as if all is lost. The good news is that you can certainly salvage a fair amount from the situation and things are just about to get a lot better on their own.

... ¿no son maravillosas las predicciones descafeinadas pero que distraen (y medio alientan, para que me hago tonta) que recibe uno en su mail todas las mañanas?

jueves, septiembre 20, 2007

Pequeñas cositas y recuerdos que han facilitado la sonrisa.

-Escuchar las canciones más groseras de molotov.
-Cantar (para asombro de mis compañeros de oficina) las canciones más groseras de molotov.
-Leer el blog de neb.
-Que neb me escriba.
-Recordar a Andy Panda haciendo las poses del conejito de "Everyone else has had more sex than me".
-Saber que everyone else has had more sex than me.
-Que una señora me escuche cantar en las regaderas del gimnasio y me invite a entrar al coro en el que está.
-Que en la clase de canto la voz que escucho salir de mi garganta sea completamente nueva y desconocida.
-Que me inviten al cine a las 10 de la noche.
-Que Isha me diga que no me quiere perder en su vida.
-Que SM me espante el sueño haciéndome preguntas sobre orgasmos.
-Que me queden grandes los pantalones.
-Que de acuerdo a ese mail para hacer nuestro poema surrealista:
Yo dormi con una lesbiana porque tengo boobies impresionantes
Luca le disparó a una taza de leche porque es feo
SM mató a una puta porque es muy sexy
Isha mató al hombre kool-aid porque es muy sexy
Mostro corrió con un judio porque es muy chulo y tengo celos
Estorbo necesitaba un caballo porque así es él
-Erick Cartman
-Voy a Police, The Cure y Soda

domingo, septiembre 16, 2007

Inicio.


La terapia terminó oficialmente el miércoles pasado. Seguro no de la mejor manera ni para mi o mi terapeuta. Ahora que está tratándolo a él y a su esposa, no encuentro más espacio para mi en su sillón. Hemos agotado también la ventana de Johari, no quiere hablar más conmigo sobre las cosas que están en el cuadrante de lo desconocido por uno mismo, porque (y aqui le puedo conceder la razón) parte del tratamiento es justamente que descubra esas cosas por mi misma, siendo así, no necesito entonces seguir destinando parte de mi quincena en sus honorarios.
All by myself pues, aunque no del todo. El viernes, junto con mi querida profesora Leep, trazamos un plan de desintoxicación, en el que básicamente es de meter el dedo en la garganta emocional tan profundo como pueda para provocar el vómito de todas esas cosas que tienen años almacenadas.

Así, se esperan muchas cosas desagradables y apestosas por leer en este espacio, pero, como escribe Rulo en el suyo, requerimos de otro medio de expresión y este es gratis.

Lo primero fue retocar los visos rubios en mi cabello que tanto trabajo me cuesta ocultar. Quedó muy bien. Luego, actualizar mi perfil. En la foto, recordando a la vieja de "El aro".

viernes, septiembre 14, 2007

No vale nada la vida

Puede que en vida sea como un insignificante grano de arena sin valor en el desierto, pero de acuerdo a esta calculadora, mi cadaver puede alcanzar un valor de hasta $5640 usd. !qué barato, qué barato!

Go figure....

lunes, septiembre 10, 2007

The Futurist.

Tomado de la recomendación literaria de Rulo: The Futurist de James P Othmer.

JP Yates speech at Futureworld in Johannesburg.

I realized this morning over breakfast with a prostitute with whom I did not have sex who is a better human being than all of us that I’ve spent a good portion of my life seeking the approval of people I can’t stand. Including myself. The truth is, I know nothing. Understand nothing. I try. I am not lazy. But the more I try to understand something the more intertwined and complex it seems. The more I realize I am out of the proverbial loop. The literal loop. The existential loop. The more I think of things the more I question whether anyone is properly looped. In fact, I challenge the very existence of the loop, proverbial, literal or metaphorical. So this is a fundamental problem, being out of a loop that I don’t even believe in.
Most books or movies or creation myths have a hero who knows all there is to know about at least one thing. And they use that gift to overcome an obvious and blatantly evil adversary. They have insider knowledge. Special gifts. Ingenious ways of getting to the core of things. The answer. The solution. The truth. They know what’s right and wrong. They know what’s next. And they know what to do about it.
I don’t.
I don’t understand the present, let alone the fucking future. Yet we claim to understand. Pretend to. Some actually believe it, that they do know. You know the people. The ones who talk about things with such cocksure passion that you think, shit, maybe they do know, maybe they really do. They speak in absolutes. Blacks and whites. They speak with soothing partisan simplicity. They speak with their hands and use Power Point like a sword. They quote people you ought to know more about. They work on a privileged higher plane and posit their views with a condescending subterranean confidence, convincing you not to worry, that forces are at work on other levels, levels that simple folks like us cannot even begin to fathom, so it’s best to not worry your little head about it, and to trust us, the experts, that this is the way it is. And the way it will be.
People get rich and powerful operating this way, perpetuating the myth of the uber-level, the exclusive loop. Dispensing their wisdom and opinions and edicts to the masses. Breaking down the conflicting moral, political and economic issues of 52 billion people into a binary proposition. Yes or no. War or Peace. Good or bad. With us or against us. Ginger or Marianne. Presidents work on this level. And dictators. Talk show hosts. Professional wrestlers. Actresses on the steps of the Capital. Conservatives. Liberals. The members of VFW Post #442. CEOs. Madison Avenue. Wall Street. Sesame Street. They’re all in the loop. All working on another level. I’m not. I don’t believe in the sacred loop or the secret level. In fact, I think the more people claim to absolutely know, the more clueless and insecure they absolutely are.
Of course I can’t be sure of this. Which brings me to us. And to me. Who do we think we are? Who did I think I was? How can I call myself a futurist when I missed the most cataclysmic event of our time? How can I predict tomorrow when the world is on fire today? How did I see reality TV coming but miss this? And let’s be honest: we all did. We make all these pronouncements but none of us ever goes back to check on their accuracy. Shit if the people in this room were right just one percent of the time we’d all be telecommuting from Tahiti, eating dinner in pill form and having literal sex with our virtual selves.
You talk shit long enough, sooner or later you may actually be right and if by some fluke that is the case watch out, because any successful prediction is always followed by the cannibalistic scramble for credit. The blood grab to brand an original thought as your own. We all want to be the first to be there to identify a “click moment” but we live in a world that may never click again. We’re great at telling people the future they need to buy into instead of the present one they ought to be making the most of. And what’s hilarious is that we all believe it. That we are geniuses. That we are all responsible for and deserving of our wealth. More deserving of the privileged life than, say, a teacher or a mason. A cleric or a hot dog vendor. Despite the fact that 99 percent of us did not create our good fortune. The markets did. Or luck. Or heredity. I believed it. But not any more.
You see, we may be able to identify cool but we can never invent it. Cool is never manufactured. You never try to be cool. It happens. Same goes for goodness. And truth. And the only truth I know…is that I know nothing. And even though you may dress the part – the Missori scarves, the yellow jumpsuits, the tiny glasses, the all whites, the all blacks, the nehrus, the sandals, the magic glasses, the glittering gadgets -- none of you know anything, either. Sorry about that.
We are not innovators. We’re fucking abominations. To paraphrase someone smarter than me, but who still knows nothing, the philosophical task of our age is for each of us to decide what it means to be a successful human being. I don’t know the answer to that but I would like to find out. In the meantime, I know absolutely zilch.
I am the founding father of the Coalition of the Clueless.

Ao Longe O Mar - Madredeus

domingo, septiembre 09, 2007

Arcoiris


La cañada nos recibió con un arcoiris doble. Llegamos al centro del pueblo que se encontraba en su mayoría reunido en la pequeña iglesia con motivo de la novena a la Virgen Dolorosa. Miguel no estaba en casa aún, pero mi papá y yo aprovechamos para platicar un rato con la tía Agripina.

Ella tiene 88 años y está literalmente regresando a su orígen, que es ella misma. La piel, los ojos, su estómago, inclusive sus huesos parecen estar contrayéndose camino a ese punto inevitable en el que se apaga el switch y se baja la cortina.

No le queda ya mucha lucidez, reconoció muy bien a mi papá, pero de mi pensó que era su esposa, aunque eso se puede explicar tal vez por mi parecido con mi mamá. Mientras mi papá cenaba, me contó de lo agradecida que está con su hijo (Miguel) por atenderla, sin embargo, ella, como al parecer le pasa a las personas que comienzan a acercarse a cierta edad, está únicamente a la espera de la muerte. No hay más, la lista de pendientes, si aún quedaba alguno, se cerró.

Mi abuela, quien fue el motivo de la visita relámpago, también vive sus días esperando morir. Ya no puede caminar y a su corazón le falta impulso para bombear la sangre por el cuerpo. Aunque ella parece estar preparada, ninguno de nosotros lo estamos. Lo inminente del desarrollo en su enfermedad es un gran elefante en la sala de mi casa, del cual nadie habla, ni yo.
Nunca he perdido a un familiar. Mi abuela materna murió años antes de que mis padres se casaran y mi abuelo paterno y materno murieron casi al mismo tiempo, cuando yo tenía 3 años. Mi mamá Jose me crio de pequeña, vivi con ella un tiempo en Celaya justo después de la muerte de mi abuelo. Me llevó al kinder en donde todos los días me aburría porque siempre me leían el cuento de la Caperuzita Roja. Si me enfermaba me llevaba con el Dr. Borrego quien me daba una paleta al terminar la consulta. Me tranquilizó cuando muy preocupada le dije que los reyes no me iban a traer ningún juguete porque no sabían que me había cambiado de casa. Me organizó una fiesta sorpresa por mi cuarto cumpleaños y me cosió muchos vestidos. Al día de hoy puedo estar segura de que todas las noches le sigue rezando a la corte celestial por mi. Ahora no sé si será pronto cuando dejará de estar aqui.
De regreso de la cañada sin otra luz de frente más que la de algún carro, bajé la ventana para escuchar, para sentir la noche. Pregunté a mi papá si no le importaba escuchar a Madredeus, dijo que no.

Pudo ser el rio, o la montaña mojada, o las noticias de lo que está sucediendo y lo que está por venir. Estando ahi, por un momento pensé que inclusive la vida ahora tenía un aroma diferente.

viernes, septiembre 07, 2007

Comentarios

.... says:
Acabo de leer tu blog. Parece evidente que te sientes mal, no sirve de nada, pero yo estoy igual.
.... says:
Dicen que el tiempo lo va a resolver, yo, he estado a punto de estrellarme la cabeza contra la pared en más de una ocasión y no exagero.
.... says:
A veces me quiero morir, pero me aguanto y de repente corro y lloro y odio que sea feliz y yo no pueda salir del pozo.
.... says:
Pero qué le hacemos, en general, el instinto suicida no me invade del todo, además.... de verdad quiero conocer a quien me hará olvidar de una vez y para siempre y que de paso, me demostrará que de verdad hay cosas, experiencias y personas mejores para mi.
.... says:
Pero no pasa
.... says:
y desespero
.... says:
y entonces vuelvo a llorar y a correr y a quererme morir
.... says:
francamente estoy que me lleva la chingada

viernes, agosto 31, 2007

Bitácora de supervivencia 3: Acuse de recibo de reforzadores

Mira otra vez la hora.
Recorre los pasillos, comprueba que en la cocina gotea aún ese grifo.
Abre el frigorífico y pica cualquier cosa.
Túmbate en la cama.
Muerde la almohada.
Llora
Maldice.
Blasfema.
Si así lo quieres, da un grito.
Pero, nunca jamás, no cojas ese teléfono maldito.

Ismael Serrano.
www.ismaelserrano.com

*..there's always something. Something to invent, something to READ, something to bite, and something to do , to make a sanctuary, no matter how small

**Cuento de horror.

La mujer que amé se ha convertido en fantasma.
Yo soy el lugar de sus apariciones.

Juan José Arreola

* Lemony Snicket's A Series of Unfortunate Events
** Revista Algarabía No. 38.
Ed. Otras Inquisiciones.
México.

viernes, agosto 24, 2007

Bitácora de supervivencia 2. Bringing up the dead…and the not-so-dead.

*Me siento oscura y luminosa, provinciana y newyorka,
Violada y violadora; traigo un motor adentro y me dan
muchas ganas de usarlo para estrellarme contra una pared.

De un tiempo a la fecha recuerdo mucho al “Diablo guardián” de Xavier Velasco y en vista del panorama actual quise interpretar un poco a ” Violetta”.

No funcionó.

Uno de los que pudieron hacer las veces de “Pig” decidió retirarse de la obra antes de que siquiera se hubiese iniciado. Al segundo propositivamente lo invité a jugar.

Menos de dos minutos después de realizada la pregunta, su respuesta llegó a mi correo: “Sí. Y ni a lestrigones, ni al fiero Poseidón temería. En una tarde de huracán estaría. Pediría que mi camino sea largo y la espera corta”… qué bonito ¿no? Sin embargo, para un mensaje posterior indicando las condiciones y logística del juego, la respuesta demoró un día y el contenido fue decepcionante (aunque no sorprendente): Mejor no.

Alguien allá arriba debe tener un sentido del humor bastante siniestro y deliberadamente está frustrando mis débiles intentos por portarme mal, ¿de qué otra manera se puede interpretar que ambos personajes sufran un repentino ataque de principios?

La recomendación: dejen a sus muertos en sus tumbas, luego es triste recordar porqué los pusieron en el panteón en un principio. Cuando escuchen que alguien está dispuesto a luchar con Poseidón por lo que sea con ustedes…no lo crean, probablemente al primer estornudo de Tlaloc les saldrán con que “dice mi mamá que siempre no”.

Y está bien, aquello del clavo que saca a otro clavo puede no ser verdad, pero los martillazos, seguro distraen.

* Xavier Velasco ganó el Premio Alfaguara de novela en el 2003 por su novela Diablo Guardián. Poncho me regaló la versión fancy para una navidad y hoy día que le vuelvo a meter mano (al libro, no a Poncho) me resulta placentero releer la dedicatoria que en él me escribió. Afortunadamente para nuestra economía, ya existe una impresión más barata en Punto de Lectura.

….”pero lo que Violetta sí sabe es que es tiempo de arrojar los dados y cerrar los ojos, casi con ganas de que todo se lo lleve el diablo; y que, generalmente, eso lo haces sólo cuando de plano crees que ya te va a llevar”.

lunes, agosto 20, 2007

La herramienta del mes.

Yo me enteré que se casó con Pamela y que no era que estuviera imposibilitado para decir “Te amo”, sólo no me lo podía decir a mí (eso o aprendió en meses a ser todo lo que no fue conmigo...bueno, hasta perro tiene). Sonia se enteró que a su galán deja comentarios ardientes en la foto de su ex-novia… o su amiga, como él la llama. Mis compañeritos de la oficina tienen inclusive una metodología de búsqueda de personas cruzando la información de diversas redes sociales para encontrar a señoritas de dudosa procedencia.

Es por eso que Hi5 es declarada la herramienta del mes. Para enterarse de en quién andan sus ex-novios, con quién dicen no andar sus novios y novias y a qué nueva víctima se pueden trabajar. Mi red de amigos se ha ampliado de manera considerable y mi curiosidad morbosa tiene ahora otro ayudante. Entren y descubran.

¿Quieren ser mis amigos? Give me 5: http://lorien-eowin.hi5.com/

domingo, agosto 19, 2007

Bitácora de supervivencia 1. Moraditos.

S. cumplió 29 pero oficialmente fueron celebrados 30. Tuvo a bien preguntarme por los analgésicos de mi preferencia y, siguiendo mis instrucciones preparó algo parecido a piña colada, clericot, tequila y dejó a nuestra disposición una botella de absolut mandarin y provisiones suficientes de jugo de uva.

Durante la mañana, contagiada por la pasión de mis profesores en la facultad, no tuve tiempo de recordar. Por la tarde, los moraditos hicieron lo propio. Mientras iba de regreso a casa en mi noble corcel plateado cuyas riendas llevaba mi papá, observé la tormenta conjurada en las nubes a la distancia y decidí enviarle al nómada un informe sobre mi estado etílico, mismo que debió tomarme al menos 5 minutos en poder redactar en mi celular. Me gusta llamarlo como alguno de los personajes del libro en turno que en esta semana es Nueve Aquitania de Jordi Soler. Antes de eso fue Jasper Jackson de El calígrafo de Edward Docx.

No hubo respuesta y tampoco la esperaba. Llegué a casa tranquila de saber que había logrado sobrevivir un día más. Decidí experimentar la experiencia de WUTI ( or writing under the influence) y aqui estoy. 12:49 am.

Si el dolor quiere doler tendrá que esperar hasta mañana quizá al medio día. Yo mientras tanto me iré a la cama con el firme propósito de soñar con mi nómada en Lisboa, mientras nos invade la saudade y le susurro al oído “haja o que houver, eu estou aqui……” *

*Haja o que houver, Madredeus.

viernes, agosto 17, 2007

Decreto

Ese día no será recordado como aquel en el que se enteró de la noticia, sino como aquel en que besó a ese otro lo mejor que pudo dadas las circunstancias.

jueves, agosto 16, 2007

Prescription drug

Take away the sensation inside
Bitter sweet migraine in my head
Its like a throbbing toothache of the mind
I can't take this feeling anymore

Drain the pressure from the swelling,
The sensation's overwhelming,
Give me a long kiss goodnight
and everything will be alright
Tell me that I won't feel a thing
So give me Novocaine