jueves, septiembre 15, 2005

Primero verás que pasa la A con sus dos patitas muy abiertas al marchar

Somos aproximadamente 30, de todos los perfiles y personalidades, de acuerdo a una encuesta inicial, soy de las mayores en edad.Los hay quienes hace más de 10 años dejaron de estudiar y no planean perder el tiempo socializando, dos jóvenes mamás, algunos con carreras simultáneas en derecho, economía y matemáticas, otros egresados de administración de empresas e ingeniería electrónica,una chica cuyo trabajo como edecán no le permite estudiar en un sistema escolarizado y un escritor.

La primer semana se dejaron escuchar los discursos de "apoyémonos como equipo,vamos a echarle ganas,todos juntos como hermanos"...jaja. Yo, que después de Webmedia dejé de creer en la unidad de la masa,me reía para mis adentros y como dicen que hacía la Virgen María, me guardaba todas esas cosas en el corazón y las meditaba.

La exigencia y lo que de nosotros se espera es mucho, a mi me da gusto estar estudiando derecho e historia del pensamiento político y saber que parte de mis obligaciones como estudiante será entregar ensayos donde hable sobre mi sentir de las cosas.

Tengo grandes esperanzas con mis maestras de metodología y derecho,ambas prometen que evaluarán mis criterios y opiniones con objetividad y sin palabras tiernas, me emociona y al mismo tiempo me da miedo,no hay nada mejor para probar la tolerancia a la crítica que exponerse a la que provenga de una figura de autoridad, más aun, una crítica fundamentada.

martes, septiembre 06, 2005

A pesar de todo,a pesar de ti.

La mayoría de los días se le van de una frustración a otra. Porque no sucedió, porque no se pudo imponer, porque su voz no se escuchó por encima de todas las otras y su opinión no fue acatada como orden.
Es alguien sumamente dificil de querer, inevitablemente uno se cansa de tratar de llegarle a su modelo de perfección, cumplir sus requisitos, darle satisfacción.
No se puede.
Intentarlo es agotador y descubrir lo imposible de la tarea produce un gran desconsuelo.
Porque ella prefiere tener la razón que el cariño de la gente que la rodea. Y así, se ve rodeada de un aura de triunfo sobre todos los argumentos....y sola.
Marco mi vida de forma profunda y permanente, me forjó el carácter. Tuvieron que pasar varios años para que me fuera posible establecer una relación razonablemente sana y equilibrada con ella.
Ahora me recupero con mucho más facilidad de las heridas que conciente o inconcientemente me provoca con sus agresiones. Lo que aun no logro superar es la profunda tristeza que me llena cada que la veo en acción, hostilizando a sus por ella entendidos enemigos.
Y yo no puedo hacer nada, salvo ver desde la barrera como voluntariamente se estrella contra la pared, casi con gusto, porque ella SI conoce la verdad de las cosas, porque ella TIENE LA RAZÓN.
Pasada la resaca, cuando a ninguna de las dos nos duele tanto el sufrimiento autoinfligido y el provocado por ver la escena, volvemos, reintentamos, reestablecemos el contacto. Aunque cada vez somos menos los que regresan, últimamente solo yo. Necedad o esperanza, no lo sé.
Y sin embargo no hay nadie que como ella me provoque tantas ganas de huir de su presencia, lo mismo que quedarme a su lado.