viernes, diciembre 21, 2001

Déjenme que les cuente

lo que me paso la noche de anoche. Ayer, finalmente pude ver el Señor de los Anillos, luego de una esperade más de 2 años (incluyendo la semana en la que me perdí el preestreno debido a otras actividades ), el día por mi tan esperado, llegó.
Llena de expectación y excitación por lo que estaba apunto de presenciar y cual si fuera a llegar tarde ami boda, corrí y arribe al cine con ampollas en los pies y 2 horas y media de tiempo por aguardar antes deque iniciara la proyección.
Iba sola, con un hueco en el estómago, la emoción desbordada por las manos y la alegría de quien esta apunto de satisfacer uno de sus anhelos, y en este estado de ánimo, decidí hacer de la experiencia un momento especial, el primer evento de mi muy personal ritual de celebración de Yule, el retorno del Sol, el nuevo inicio, y es que hay cosas que están iniciando en mi vida.
Seguro que para la gente cuerda el que experimente estas emociones solo por una película no puede ser sino una ( o más bien otra ) prueba fehaciente de que hay un poco de anormalidad en mi persona.
Y ahí me encontraba, sentada en la cafetería,golpeando rítmicamente la mesita y pensando en lo que este año me dejó. Se formo la fila, fui la primera. Entre y me coloque en ese único asiento que esta justo en el centro de la sala, tolere con impaciencia la media hora de comerciales preliminares y entonces comenzó.
Esperaba como en otras ocasiones que viendo la película sola me sintiera aun más alejada de todos, más sin compañía, para mi buena fortuna, no fue así. La realización, las imágenes, los personajes, en fin,todo, me producían una extraña sensación de bienestar,de alegría, y entendí porque alguien querido por mi refería sus experiencias al ver los trailers como orgásmicas.
El silencio era tal, que fuimos capaces de escuchar el fuego de las antorchas en la película. Los tarados a los que les sonó el celular fueron poco menos que escupidos y así, sola en la multitud me sentí muy acompañada.
Porque los dos hombres que estaban a mi lado también gritaron cuando salió el troll, y lloraron cuando uno de los momentos más dramáticos tuvo lugar. Yo no se ustedes pero para mi el ver llorar a un hombre en el cine es un acontecimiento raro y memorable. Aunque claro, habría que tener en consideración que la mayoría de los allí presentes somos más bien raros.
Total que fue todo lo que yo esperaba y más, y me sirvió de pretexto (aunque ustedes saben que no necesito de ninguno) para escribirles y compartirles mi experiencia, acercarme a ustedes y tocarlos con mi emoción.
Sí, es solo una película pero para unos cuantos nos significa mucho más que eso.
Habrá quien prefiera otros tipos de magia, los héroes de espada láser o los grandes personajes épicos. Yo, yo me quedo con los dragones, los brujos y lasprincesas.
Que Dios los llene con su gracia a todos. Feliz navidad y buena fortuna de parte de la bruja.
Who can say where the road goes,
Where the day flows? Only time.
And who can say if your love grows
as your heart chose? Only time.
Enya. Only Time