El sábado luego del viaje ida y vuelta a Toluca para traer de vuelta a mi papá a la casa y alejarlo del deprimente ambiente de un hospital, fui con una amiga a la que tenia mucho tiempo sin ver. Dentro de las cosas que platicamos, me comentó sobre lo difícil que va a ser que alguien como yo encuentre una pareja. Y no lo dijo en un sentido de reproche como lo hace mi mamá cuando comenta mi soltería con las vecinas. Más en la onda de: “les das miedo”, “no les alcanza y lo saben”, “mejor que no te quiten tu tiempo”.
Lo cierto es que de cuando en cuando me encantaría que me quitaran mi tiempo. Hace un par de semanas que el maestro de mi clase de body pump en el gimnasio comenzó a sonreírme y hacerme ojitos mientras yo trataba de conservar el estilo cuando levantaba la barra. Inicialmente pensé que era el tratamiento estándar maestro – alumno en el gimnasio, pero cuando terminó la clase y reagrupé lo que me quedaba de voluntad y fuerza muscular para salir del salón, se me aproximó y me hizo la plática: que si voy todos los días al gimnasio, a qué actividades, vienes de muy lejos, cuántos años tienes, dónde dejas tu carro, por dónde hay menos tráfico, a mi se me ponchó la llanta la semana pasada, así hasta que me preguntó si era casada o tenia novio, a cuyas preguntas una vez que dije que ni uno ni otro, siguió la de : ¿ te gusta tomar ? podríamos ir a tomar una cerveza uno de estos días.
WOW…… Yo no podía estar mas que sorprendida de que alguien notara mi presencia y además le resultara interesante en un momento en el que lo que trataba era mantener el hígado dentro del cuerpo. De mi sólo conoció el nombre y el hecho de que los sábados tomo un curso de foto en coyoacán, cero información que cause miedo o dispare algún sentimiento de inferioridad o provoque algunas de esas respuestas extrañas que dicen los hombres tener conmigo cuando me conocen. Intercambiamos teléfonos y nos despedimos.
Ya luego pensé en lo interesante que resulta el ejercicio de dejar un poco de lado mis prejuicios y salir a divertirme (for a change) con alguien que puede no cumplir con los requisitos intelectuales pero que en cambio tiene un trasero de ensueño y el resto del cuerpo muy bien acomodado. Sin expectativas pero con disposición a ejercitarme en esa actividad que me es tan misteriosa como las “citas”.
Me mandó un mensaje disculpándose porque no le iba a ser posible. No hice dramas, lo cual fue una auténtica novedad. La siguiente ocasión que lo vi me explicó que se enfermó, pero que se quería quitar la espina y nos pondríamos de acuerdo. Todavía no ha pasado, no se si va a pasar y para mi sorpresa, al menos por estas semanas no ha sido algo que me interese, de cualquier manera, en el gimnasio me sigo deleitando la pupila con él en la clase.
No sé si mi amiga tiene razón y efectivamente me será difícil encontrar una pareja. Tampoco sé si ese tema en algún momento me dejara de importar del todo. De momento, me siento muy feliz agotando mis energías físicas y mentales con todas las actividades que me busco: la clase de canto, el curso de foto, la segunda carrera, el gimnasio, los libros. He recuperado mi capacidad de ir sola al cine y a conciertos, aunque también tengo amigos que me acompañan a ambos y a todos los disfruto. Hay quien alimenta la fantasía y periódicamente le pierdo el miedo a irme a pasear por Plaza Universidad.
Como canta Rosana: no sé mañana, sé de hoy.
Y hoy me siento bien.
Lo cierto es que de cuando en cuando me encantaría que me quitaran mi tiempo. Hace un par de semanas que el maestro de mi clase de body pump en el gimnasio comenzó a sonreírme y hacerme ojitos mientras yo trataba de conservar el estilo cuando levantaba la barra. Inicialmente pensé que era el tratamiento estándar maestro – alumno en el gimnasio, pero cuando terminó la clase y reagrupé lo que me quedaba de voluntad y fuerza muscular para salir del salón, se me aproximó y me hizo la plática: que si voy todos los días al gimnasio, a qué actividades, vienes de muy lejos, cuántos años tienes, dónde dejas tu carro, por dónde hay menos tráfico, a mi se me ponchó la llanta la semana pasada, así hasta que me preguntó si era casada o tenia novio, a cuyas preguntas una vez que dije que ni uno ni otro, siguió la de : ¿ te gusta tomar ? podríamos ir a tomar una cerveza uno de estos días.
WOW…… Yo no podía estar mas que sorprendida de que alguien notara mi presencia y además le resultara interesante en un momento en el que lo que trataba era mantener el hígado dentro del cuerpo. De mi sólo conoció el nombre y el hecho de que los sábados tomo un curso de foto en coyoacán, cero información que cause miedo o dispare algún sentimiento de inferioridad o provoque algunas de esas respuestas extrañas que dicen los hombres tener conmigo cuando me conocen. Intercambiamos teléfonos y nos despedimos.
Ya luego pensé en lo interesante que resulta el ejercicio de dejar un poco de lado mis prejuicios y salir a divertirme (for a change) con alguien que puede no cumplir con los requisitos intelectuales pero que en cambio tiene un trasero de ensueño y el resto del cuerpo muy bien acomodado. Sin expectativas pero con disposición a ejercitarme en esa actividad que me es tan misteriosa como las “citas”.
Me mandó un mensaje disculpándose porque no le iba a ser posible. No hice dramas, lo cual fue una auténtica novedad. La siguiente ocasión que lo vi me explicó que se enfermó, pero que se quería quitar la espina y nos pondríamos de acuerdo. Todavía no ha pasado, no se si va a pasar y para mi sorpresa, al menos por estas semanas no ha sido algo que me interese, de cualquier manera, en el gimnasio me sigo deleitando la pupila con él en la clase.
No sé si mi amiga tiene razón y efectivamente me será difícil encontrar una pareja. Tampoco sé si ese tema en algún momento me dejara de importar del todo. De momento, me siento muy feliz agotando mis energías físicas y mentales con todas las actividades que me busco: la clase de canto, el curso de foto, la segunda carrera, el gimnasio, los libros. He recuperado mi capacidad de ir sola al cine y a conciertos, aunque también tengo amigos que me acompañan a ambos y a todos los disfruto. Hay quien alimenta la fantasía y periódicamente le pierdo el miedo a irme a pasear por Plaza Universidad.
Como canta Rosana: no sé mañana, sé de hoy.
Y hoy me siento bien.
*Este post es un regalo para Ginger del Ginger´s Daily Show como parte del intercambio bloggero navideño organizado por NEB.
Ginger, te lei y me encontré en algunas de tus líneas. Es bueno saber que tengo compañeras en el trauma.
¡Felices fiestas!
4 comentarios:
Y, ¿dónde estacionas tu coche?
Estudias?? trabajas?? o cambias pilones?? jajajaja, esta bien chido el blog, saludos de un nuevo lector, ojala pses por mi blog, y no busques nada mas fisico, jajajaja o carita mata cerebro??
hey,,, pues ahi esta el supuesto regalo del "intecambio de blogs navideño" en mi blog..
te tenia que tocar un diseñador clavado
tienes derecho a demanadarme por daños y prejuicios..ntc
jajaja, Ana , vas que vuelas para lesbiana, la cita del 2007 llega en diciembre y con un msg de telcel te la cancela, ni gasto en la llamada.
hay cosas que no cambian.
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