lunes, diciembre 05, 2005

La culpa la tiene Benedetti

…y también la luna de octubre, que sale y se posa en el cielo grande y brillante como pocas veces, y entonces uno recuerda que un fantasma esta de fiesta en este mes y piensa …. ¿qué puede pasar ... fue alguien importante …. entonces, porqué no honrar el pasado? Y ahí estoy de lista, desenterrando al muerto del panteón emocional… ¿y de regalo? ¿Por qué no Benedetti?, nos gustaba, más a mi que a él creo, pero de cualquier forma es un buen regalo, Benedetti para todas las ocasiones. Igual Sabines podría funcionar, pero él implica un nivel de pasión que ya no me puedo dar permiso de mostrar, no con este fantasma en particular.

Veamos entonces, la consulta a los inventarios …. Antes de finalmente elegir le doy una repasada a mi antología de Sabines, pero no, efectivamente sigue habiendo la misma pasión presente desde la última vez que lo visite. Elijo entonces “los formales y el frio” que es un poema en donde puedo ver la descripción casi fiel y detallada de lo que en un tiempo fue y ya no será, de cómo nosotros también hablábamos de grandes temas en dos volúmenes, de cómo también la política nos llevaba a la cultura hasta terminar en la estructura del benceno.

Sea pues, di “send” y entre el mensaje políticamente correcto añadí también aquella, la estrategia en absoluto velada de “te mando un mensaje: extraño a mi amigo, espero acuse de recibo”.

Y esperé.

…………

Algunos días después llegó la respuesta: “Gracias”. Punto y aparte. Nada más.

¿qué puedo decir? lo primero que me vino a la mente fue la palabra en ingles “lame” , cuyo mejor equivalente en español sería: CHALE (aunque la palabra en sí tenga otro significado).

Carajo, hasta ahí con el amanecer de los muertos, pero habiendo hecho uso del recurso Benedetti, reservado para los grandes momentos, decidí, ¿porqué no?, aprovechar la estancia en el panteón, re-enterrar al muerto y hacer una nueva tumba para el que prometió “ahora sí, me cae” echarle ganas, y comunicarse y hasta hacer el esfuerzo supremo de la conquista y 15 días después se fue … y ni adiós dijo. Y así lo hice. Ahora sigo con Benedetti al lado de la cama, para cuando me den ganas de sangrar un poco la herida, al menos hasta que esté segura que debajo de la costra no hay pus…. No hay otro remedio, para que la infección se acabe hay que hacer sangrar la herida hasta que lo que fluye sea un líquido cristalino, de otra forma el miembro afectado se nos pudre.

Lo malo de soltar las muletas, es que, aunque no funcionaban y al dejarlas se acaba la frustración, igual se pierde la seguridad que nos brindaban,¿ qué irá a pasar ahora que boté al “peor” y me quedé con la “nada” ? Voy como profeta predicando mi palabra, que “porqué me voy a conformar?”, que “no hay que ser el bulto en la vida de nadie”, que si “la pasión y el crecimiento” y demás discursos más para convencerme a mi misma que para ganar adeptos a este otro lado de la acera.

La verdad es que tampoco lo recomiendo mucho, acá se anda muy solo, fiel a uno mismo, conforme, pero muy solo. Y a mí en las noches me sigue dando frío.

Sigo entonces, aullándole a la luna y preguntándole ¿ Lobo, estas ahí ?

Desde el inframundo, la Reina de los Condenados.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Leyendo con atencion en el blog, el de Ella.
recuerdo como eran los sentimientos, los de El.
De cómo era la mirada, la de Ella.
De cómo eran los temores, los de El.

De esa noche en el auto, el de Ella.
De esas ganas, las de El.

De como efectivamente pasamos y tocamos los grandes temas en dos volumenes, y de como la noche siguio y siguio.

Recuerdo que no sabia si la situacion laboral mejoraria. Si tan solo supiera que en inicio del 2004 estaria con nuevo empleo y que seis meses más tarde estaria en otro Oriente. Esa noche hubiera sido menos formal y daria gracias por tener la suerte de no ser inocente.