martes, enero 02, 2007

El Beso.

Su mirada no me sorprende aunque la declaración no tiene soberbia, hay un deseo de tanto tiempo postergado que lo natural es acercarse sin más, preparados para no hablar.

El primer impulso es sujetar sus manos, el control lo tengo yo, lo que va a pasar, pasará a mi manera. Hay un casi imperceptible temblor en mis pasos que sutilmente disimulo viendo directo a sus ojos y lentamente voy reduciendo la distancia, su respiración está agitada, a pesar de su esfuerzo por que no lo note.

Libero una de sus manos y recorro con mi índice la línea de su torso, quiere hacer lo mismo, pero no lo permito, canaliza la ansiedad tomando firmemente el brazo del sillón en el cual está sentado, espera, quiere que suceda pero le fascina que me tome mi tiempo.

Separo sus piernas con mi rodilla y ese contacto lo estremece, exaltado intenta ponerse de pié pero se detiene cuando siente mi mano en la base de su cuello, promete no volverlo a intentar y descansa su otra mano, su respiración ahora es visiblemente agitada.

Decido curiosear el área de su corazón, que me ofrece como si estuviera listo para ser extraído con la mano, calladamente grita. Lo tomo por la barbilla y me acerco hasta que compartimos el mismo aire, me ofrece su boca y yo la tomo casi con desinterés, despacio, prolongando los intervalos entre cada contacto.

Al morderlo se decide y me rodea con sus brazos, sentada sobre él entiendo como todo su cuerpo me dice sí. Entonces despierto.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Imágenes.

Pensar

Crear

Sentir



Piensa en una librería enorme en donde ya no cabe un libro más. El olor de las hojas nuevas es casi insoportable y al mismo tiempo maravilloso. Un hormigueo en el estómago es casi inevitable. Es difícil concentrarme en las letras de cualquiera de los libros que están ahí porque sé que la voy a ver. El solo pensarlo hace que mi cuerpo sienta un deseo casi criminal por encerrarme simplemente con ella y olvidarme del tiempo y del espacio. Siempre he imaginado cómo es que se cierra la puerta detrás de nosotros. Su sonido indica que no hay marcha atrás y no la hay simplemente porque no queremos. Entonces en mi imaginación sucede todo. Sé que me estoy engañando en ese momento pero lo disfruto. Me acerco a ella, y la tomo de la mano; me recargo en algún lugar del cuarto en donde pueda jalarla hacia mí. Siento finalmente su cuerpo; la abrazo para sentirla un poco más y ella vaya sintiendo cómo se va transformando mi cuerpo. Sus labios comienzan a ser míos; la pruebo; me la voy comiendo poco a poco. Siento su respirar que pide más. Su lengua acaricia mis labios y mis manos su cuello. Yo ya totalmente listo camino sin dejar de besarla para que se tropiece con la cama y caigamos juntos poco a poco. Solo deseo estar dentro de ella y sentir sus manos en mi espalda. Veo en sus ojos que ella desea lo mismo. Me comienza a conocer con sus manos. Me toca por fin. Me pide que le haga el amor; que esté dentro de ella.

De pronto despierto de mis pensamientos y volteo a buscarla. Aún no llega y yo, paradójicamente, ya casi llego. ¿Llegará algún día?

yo

Anónimo dijo...

Y cuál es el más dificil de los besos? el último según yo. . . ó más bien cuándo te das cuenta que será el último, y que por más que juegues con la seducción ya no hay respuesta. Lo sabes porque ya nada se siente, solo queda la nostalgía de lo que algún día esos labios te hicieron sentir, cuándo el dar un paso hacia adelante ya no te hace temblar, cuándo ya no hay nada que dar.
Ya me pasó, creo que es la primera vez y se siente bien feo.

Prefiero por mucho el primero y los siguientes que te hacen sentir cada vez más y más. Me preguntaba cuándo volvería a sentir, bueno ya lo he sentido otra vez. Gracias por cantarme días de enero.


te quiero mucho Anita, sigue escribiendo que me gusta leerte

Anónimo dijo...

Y es ahí donde inconsientemente el recuerdo me agobía y susurro frente a tu boca que no se vaya, que no se vaya nunca, para ser una esclava mas de tus besos, ahi es donde me pierdo y toda el alma se esconde entre lo que llamamos un beso.

Gracias cris.
Ate Bis

Anónimo dijo...

Y cando dijiste en el mesenger que soñaste conmigo, seria ese sueño del que despertaste y que segundos antes, estabas sobre mi?

Dejame creer que soy parte de esa historia en el rincon de los blog

Y como siempre , o como casi siempre, recordarte en esa calle oscura de Mixcoac buscando el refugio de la noche, cuando mi deseo hiba en una dirección , pero el momento y mi mente hiba en otra.

Anónimo dijo...

Un beso añorado esla carta a Santa que NUNCA escribiste... por miedo de que no le dieran lectura ---

Indeed.

eriku