jueves, octubre 04, 2001

El día sin pretexto

Decidí no esperar a que fuera día de brujas o navidad para enviarles un mensaje y decirles que aquí estoy, en algún lugar de un gran país donde olvidaron construir un lugar donde no queme el sol y al nacer no haya que morir.

A pesar de que no los veo hace mucho, procuro en la medida de lo posible,mantenerme informada de como les van las cosas a algunos de ustedes por medio de los canales habituales(léase chismes).

Por ejemplo, supe que el que no haya podido asistir a la comida de Sergio en La Polar debido a que estaba enferma fue un hecho afortunado, porque con eso de que le gusta jugar a la diplomacia ( que en algunos niveles se llama hipocresía ) invitó a entes no agradables para mi (verdad, amiguito Garate, amiguito amiguito).

A estas alturas de la vida, seguro que Eric ya es toda una diva de los talk shows alternativos y mi querida Sopa ( porqué ya no me tocas? ) sigue fraternizando con Pedro. Me enteré también de que en nombre de la justicia divina y también de la justicia infinita que estuvo de moda una semana, se les viruleo el server de bancomext ( les digo, Dios siempre nos da el derecho del desquite, aunque Erick se enoje ) imagino a la Florecita Virtual haciendo una cuota más alta de la acostumbrada de bilis e igual me enteré que nuestro dúo estático preferido, la jitomata y la perejila ( Josué y Armando) trabajaron juntos un rato y se separaron.

No recuerdo quién me contó hace mucho que Gonzalo se rompió un pié, supongo que eso le paso por aquello deque más pronto cae un hablador si es cojo.

Como ven, sé muy poco y de hace tiempo, así es que si quieren aumentar el acervo de información que poseo, háblenme y cuéntenme de su vida.
Yo, solo aprovecho esta ocasión de nada para saludarlos y recordarles que después de varias líneas de verbo sigo aquí y que ustedes, igual que el 2 de octubre, no se olvidan.
-Pero yo no quiero andar entre locos -observó Alicia.
-¡Ah!, no podrás evitarlo -dijo el Gato:aquí estamos todos locos.
Yo estoy loco. Tu estás loca.
Alicia al Gato de Cheshire
Alicia en el país de las maravillas.
Lewis Carroll.